16. CRÓNICA DE LA 2ª CAMINATA DE CUANDO LA VIRGEN DEL PINO APARECIÓ EN EL TÚNEL DE LA HOYETA.
CRÓNICA DE LA 2ª CAMINATA DE CUANDO LA VIRGEN DEL PINO APARECIÓ EN EL TÚNEL DE LA HOYETA.
El rumor se había extendido por toda la isla. Desde el lunes 2 de noviembre en todos los medios de comunicación de Gran Canaria saltaba la noticia “La Virgen del Pino se le había aparecido a unos agricultores en el pago de Coruña, sito en el municipio de Artenara, concretamente en el Túnel de la Hoyeta.”
Bastó que apareciera la noticia para que los componentes del grupo de caminantes QPH, ¿Qué problema Hay? Comenzaran a intercambiarse llamadas telefónicas, emails, faxes, etc., donde las preguntas que se hacían eran “Oye tú, ¿ese túnel que dice el periódico no es el túnel de la caminata que vamos a hacer el sábado? ¿No será un aviso de la Virgen para que no hagamos la travesía por el peligro que se puede correr al atravesar el túnel?”
Cristina, una de las caminantes de la anterior caminata que vino por primera vez con el grupo QPH, comentaba para sí, “si en la primera caminata que era sencilla y fácil de realizar, nos perdimos, dimos la vuelta al campo de futbol de la Angostura 2 veces, se perdió Vicente y apareció a las dos horas, en fin un desastre de organización, no se sabe la que podrá pasar en este caminata que se propone, y encima atravesar un túnel de 2 kilómetros de largo. Estos del QPH están locos”
Fernando Álamo, Pilar Sánchez, Alicia e Isaac desde que conocieron la noticia estuvieron varios días sin dormir bien, antes de decidirse a participar en la misma. Así y todo estos tres últimos se retiraron a última hora “estaban enfermos” decían como excusas. Fernando, como buen chicharrero después de repensárselo, dijo en su interior “que sea lo que Dios quiera, a mi me protege la Virgen de Candelaria”
El sábado 7 de noviembre amaneció un día fresco, algo lluvioso, y ventoso. En la parada de guaguas de San Telmo, el ejército de Pancho Villa comenzó a aparecer a cuenta gota a partir de las 7,45 de la mañana. Ernesto y Antonio comentaban la noticia del periódico. Según nos comenta nuestra enviada especial, a las y los caminantes que se iban acercando al punto de salida se les notaba en la mirada el miedo a pasar por el túnel, llegaban muy alegantines [1], muy alegres y en algunos casos algo dormid@s por no decir dormid@s del todo. El último en llegar fue Josito que llegó a eso de las 8,20 horas de la mañana.
La guagua parte hacia San Mateo a las 8,25 horas de la mañana recogiendo por el camino a Teresa Bañobre que subió a la misma sin saludar a nadie, con la cara algo desencajada, hablando por el teléfono móvil, cosa rara en ella porque normalmente no suele hablar mucho, tomando asiento en el sillón delantero junto al conductor. Parece ser que se encontraba algo mareada.
Durante el trayecto hasta San Mateo, se oían murmullos, conversaciones intrascendentes, parecía que nadie quería hablar de la travesía del túnel que les esperaba, tal es así, que en la parte de atrás de la guagua, hasta hacían comentarios de lo buena que es su pareja en la cama a la hora de intercambiar efluvios personales, “que si parecemos caballos desbocados”, “que mis gritos se oyen en toda la vecindad”, “que si jadeo de forma in crescendo hasta no parar”, otro preguntaba voz alta “oye Roque, ¿te trajiste la máscara antigases para cruzar el túnel?. En fin, se notaba soterradamente el miedo al peligro en el ambiente.
Sobre las 8,55 se llega a San Mateo, unos se dirige al mercadillo y otros directamente al desayuno en el bar, haciendo acopio de bocadillos de pata de cerdo, tapas de ropavieja, cafenes, colacaos, menta-poleo, etc. En el mercadillo se hace la compra de la semana, fruta diversa, quesos, frutos secos, pan, agua y un membrillo.
Sobre las 9,40 se parte de nuevo en la guagua hacia el punto de salida de la caminata en la entrada de Tirma en el macizo de Tamadaba. Ni que decir tiene, que se seguía la misma tónica de murmullos, conversaciones intrascendentes, etc., pero en general el personal seguía hablando sin control, salvo algún que otro que aprovechó el tiempo para seguir durmiendo como el amigo Josito. Incluso, Teresa que seguía mareada se atrevió aconsejar de lo que había que hacer para no marearse uniendo las dos manos entre sí, tocándose con los dedos anular la punta de las muñecas contrarias con los dedos contrarios de tal forma que parezca una mariposa voladora que va a emprender el vuelo. Parece ser que el personal que lo intentó hacer con la guagua en marcha se mareó en el intento.
Aproximadamente sobre las 10:45:32 se llega al punto de partida de la caminata, en la entrada de Tirma, con un viento Nordeste de 75,2 km/h, con una ligerísima lluvia, y un ligero fumeque[2]. Después de sacar los últimos modelos en ropa protectora contra la lluvia y de la correspondiente foto del grupo se inicia la bajada por la parte norte del macizo de Tamadaba, hacia el fondo de la presa de Lugarejo, lugar conocido como Coruña, donde se encuentra la entrada al Túnel de la Hoyeta. Este tramo se hizo más rápido de lo esperado, se tardó 45 minutos. Durante la misma el personal seguía alegando de forma incontrolada. Juani decía “pues yo traje las gafas, el tubo y las aletas para margullar[3]”. Isabel extrañada le decía, “pues yo creía que margulla era un nombre de mujer, pues una vez en la playa oyó decir una niña a otra, margulla, margulla por aquí” .
Todos en la entrada del Túnel se comenzaron a cambiar de calzado, calcetines, calamares[4], tenis, playeras, cholas[5], maryjane[6], linternas de mano chinas, linternas de cabeza con pilas chinas y de las otras, etc. Se notaba en el ambiente el miedo a lo desconocido. La mayoría de l@s caminantes miraban de forma aterrada hacia la pequeña entrada del túnel. Unas ligeritas risas algo histriónicas sonaban por los alrededores. Virginia aprovechaba para comerse un sándwich, por si pasara algo en la travesía que la cogiera con el estomago lleno.
A las 12:04:24 se comenzó la travesía del Túnel de la Hoyeta. L@s caminantes más decididos se lanzaron rápidamente a la aventura. Al final quedó un pelotón de unas 12 personas encabezadas por Roque y cerraba el grupo Antonio. Este grupo, nada más iniciar la travesía comenzó a reírse, a hablar sin control, a chillar, a decir palabras inconexas, etc., había tal algarabía que más de uno temía que hubiera algún derrumbe a consecuencia del eco ensordecedor. Se notaba que la mejor forma de descargar la adrenalina era esta.
El último del grupo, Antonio a los 5 minutos de iniciada la travesía notó como si hubiera alguien detrás de él. Miró hacia atrás pero no vio a nadie, no obstante, al virarse un enorme destello de flash de cámara fotográfica a sus espaldas lo dejó frío, helado, algo descompuesto pensó “alguien invisible me hizo un foto con una cámara invisible de flash visible”.
El grupo rezagado siguió su travesía. El primero de los caminantes, Roque, avisaba de los diferentes contratiempos del túnel. “agua” el resto de las personas escalonadamente decían “agua”, “agua”, “agua”, …. “piedra”, piedra que había en el suelo, el resto decía “piedra”, “piedra”,…., “cuidado con los cuernos”, para el techo bajo, el resto decía “cuidado con los cuernos”, “cuidado con los cuernos”, “cuidado con los cuernos”,…
No obstante, Juani lucía unas tenis[7] propias para la ocasión, con una franja fosforescente, reflectante, en forma de V en los talones que servía de guía a las personas que iban tras suya. Teresa seguía hablando sin parar, se le cayó su cachucha[8] y no se dio cuenta recogiéndola posteriormente Antonio que era el último del grupo escoba. A consecuencia de los charcos de agua los ñoños[9] se entumecían pero nadie se quejaba.
A los 20 minutos de la travesía del túnel el personal iba dejando de hablar, excepto Teresa, que parece ser que el espectro de la Virgen del Pino le había quitado el mareo de la guagua. Todo el personal iba mirando todas las paredes, el techo, el suelo. Iban concentrados esperando de un momento a otro que apareciera la Virgen del Pino y callara de una vez a Teresa dejándola muda por un largo tiempo.
Y sucedió lo que tenía que suceder, apareció la Virgen del Pino en una pequeña hornacina horadada en la pared, destilando agua bendita que cada uno de los asistentes alargaba su mano y mojándose se la pasaba por su cara, por su frente, por su cuello, por su espalda, etc., esperando que su poder curativo le arreglara que las partes del cuerpo que necesitaban su santificación.
El milagro se había producido de nuevo. Tod@s alegres, risueñ@s, y con 20 años menos culminaron la travesía del túnel después de 45 minutos de haberla comenzado.
Eran las 13 horas cuando el personal se sentó a la salida del túnel para recuperarse del impacto de la aparición de la Virgen del Pino. Tod@s aprovecharon el breve descanso para llevarse algo a la boca. Fernando Sáenz, sacaba su lata de sardina y se hacía su bocadillo. Virginia se tomaba su segundo sándwich, Vicente se saca su enorme membrillo amarillo (fruta) y comienza a hacer unas rebanadas con cascara y todo y se las lleva a la boca de forma glotona. Algun@s fueron a lavarse los pies en los solapones[10] cercanos o spa naturales.
Inesperadamente, Vicente comienza a ponerse rojo pasando al blanco pálido en cuestión de segundos como si se estuviera asfixiando, estaba añurgado[11]. José Manuel le tuvo que dar sendos golpes en la espalda para poder desatascar la tráquea, posteriormente logra expulsar el tapón membrillero que llevaba dentro. De nuevo había actuado la Virgen habiendo impedido que Vicente, el “Marqués del Membrillo” se nos quedara en el sitio.
Durante la parada para reponer fuerzas, Dulce y Teresa no paran de hablar.
Sobre las 13:31:23 horas y después del reparto del jarabe de Fernando Álamo, ronmiel pero sin ron, el grupo inicia la segunda parte de la caminata. Se sigue la acequia-canal que a su izquierda y con dirección hacia la presa de El Vaquero lleva el agua que proviene del Túnel de la Hoyeta. En algunos tramos de este canal que se encuentra colgado a la ladera sur del barranco de El Vaquero, existen zonas de paso por donde solamente cabe una persona de ancho, teniendo a su derecha la caída en vertical de la ladera de aproximadamente de unos 15 metros de profundidad, sitio a veces no recomendado para personas con vértigo.
El amigo Fernando Álamo tenía vértigo e iba un poquito nervioso, tal es así que para distraerse de dedicó a mirar hacia arriba para ver aquellas grandes toscas basálticas que se encontraban suspendidas en la parte superior del canal. A cada roca que miraba decía “esta es un Tótem[12] Estable”, “esa es otro Tótem estable”, “aquella es otro Tótem estable”, creo que se perdió la cuenta de la cantidad de Tótem estables.
Se inicia la bajada hacia el fondo del Barranco de El Vaquero que nos conduciría hasta el Bar de El Risco. Esta bajada se hace entre pinos y pinocha que resultad agradable al pisarla pues parece que vamos sobre una alfombra suave que unido a la frescura del día nos hace gozar de la travesía de este tramo.
Son las 14:35:36 horas Dulce y Teresa siguen hablando.
Sobre las 15:02:28 se realiza otra parada para reponer fuerza en la ladera sur del propio Barranco de El Risco y con la vista de frente del majestuoso Roque Faneque. Dulce y Teresa siguen hablando. Algun@s de l@s caminantes ya huelen a cerveza y sin esperar que se termine de comer las viandas oportunas, optan por iniciar de nuevo la bajada hacia el objetivo final. Antonio, Ernesto, Monserrat, José Manuel y Fernando Sáenz se prestan a realizar el último tramo sin esperar por nadie.
En este tramo sucedió una cosa curiosa. Isabel, de buenas a primera observa que en la rama de un pino cercano se encuentra un pequeño objeto luminoso y destellante con el movimiento del viento. Se acerca y comprueba que es una cámara fotográfica colgada al árbol. Ella comentó para sí “Que grande es la naturaleza, hasta los pinos producen cámaras fotográficas”. Parece ser, que la cámara era propiedad de Teresa que no se había dado cuenta que se le había quedado atrás su cámara enganchada a la rama del pino. Estaba entretenida hablando.
Sobre las 16:03:22 horas, Antonio contacta a través del Chacho1[13] con Roque-Chacho2 que se encontraba en la cola del pelotón;
Chacho1: “Chacho1 a Chacho2 me oyen”.
Chacho2: “Chacho2 a Chacho1, por donde van”.
Chacho1: “estamos en el Bar, Quieren alguna cerveza”.
Chacho 2: “No seas fantasma, aún no han llegado”.
Chacho1: “que es ese murmullo que se oye de fondo”.
Chacho2: “Son las voces de Dulce y Teresa que no han parado de Hablar”.
Chacho1: “nos vemos en el Bar, le digo que vayan enfriando las cervezas oportunas para refrescar las gargantas de las parlanchinas. Cambio y corto”.
En las llanuras de las Casas de Tirma se podía apreciar sobre la ladera Este del Macizo de Altavista la majestuosidad de las montañas en forma de conos basálticos que hacía parecer la catedral de la Sagrada Familia.
Después de una bajada muy pronunciada desde las Casas de Tirma, cota 350 m. hasta la cota 70 m. en menos de 40 minutos, llega sobre las 16:31:03 horas el primer grupo de caminantes oledores de cerveza al Bar de El Risco. Haciendo honor a su nombre, comenzaron a degustar más de unas cuantas cervezas fresquitas. El resto del grupo fue llegando a cuenta gota hasta las 17:32:13 horas que llegaron l@s últim@s caminantes.
Después de las correspondientes raciones de queso tierno y semicurado, carne cochino, garbanzada, papas sancochadas[14] con mojo cilantro, acompañado de vino de Tenerife y de la Rioja, cervezas, unos pocos refrescos y un poquito de agua.
En razón de la verdad, esta enviada especial tendría que decir que Teresa y Dulce dejaron de hablar porque nada más llegar se hartaron de cervezas para reponer fuerzas.
En los postres, dentro del Bar se formaban corrillos de diferentes conversaciones; una trataba de problemas escatológicos, otra de hernias inguinales o intestinales, otra de invitaciones a salir a cenar, otros de secretos inconfesables, etc., en las afueras de bar se constituyó el Sanedrín del Tabaco: Roque, Fernando Sáenz, Pilar Medina, Fernando Álamo y Paco. Estos, estaban tan entretenidos y a gusto, que llegaban a decir que el mejor placer del mundo era fumarse un cigarro/puro después de haber comido. ¡¡Quien no se convence es porque no quiere!! . Teresa comentó que el fumar mucho produce una arterioesclerosis[15] que impide que la sangre fluya a todas las partes del cuerpo, incluido a los miembros masculinos que se utilizan para algo más que para orinar. Por razones de prudencia profesional, esta enviada especial tiene a bien no contar el debate que se originó en el Sanedrín después de esta afirmación.
Siendo las 19:32:01, todo el personal toma la guagua contratada con destino hacia el punto de partida en San Telmo en Las palmas de Gran Canaria.
En el Bar de El Risco, a 7 de noviembre de 2009.
Fdo. El Consejo de Redacción del Tumbo[16]
Esta crónica ha sido posible gracias a la participación de: Ernesto, Monserrat, Manolo, Teresa, Juani, Dulce, Virginia, Roque, Toñi, Holofernes, Pilar Medina, Paco, Josito, Fernando Sáenz, Fernando Álamo, Vicente, Rosi, Isabel, José Manuel y Antonio.
Ausentes: Cristina, Isaac, Alicia, Pilar Sánchez, Tomás y Alfredo.
[1] Alegar: “hablar más de la cuenta, con perjuicio tal vez de la honra o de la tranquilidad ajena. Practicar la charla ligera, la conversación intrascendente. También se emplea en sentido de murmuración” según el libro Tesoro Lexicográfico del español de Canarias.
[2] El Fumeque es un término marino usado popularmente en las Islas Canarias. Significa viento muy fuerte. Suele ir acompañado de visibilidad reducida a nivel del mar. En las islas también se aplica genéricamente a una situación típica de vientos alisios reforzados por una baja térmica en el noroeste de África. Es típico del fumeque la presencia de maresía o spray marino provocado al romper el viento la cresta de las olas, lo cual reduce notablemente la visibilidad a nivel del mar. Cuando arrastra mucho polvo en suspensión o calima (en Canarias) pasa a llamarse Siroco por su habitual procedencia africana.
[3] Margullar: Zambullir. Nadar manteniendo el resuello debajo el agua. Bucear, nadar bajo el agua, estar inmerso.
[4] Calamares: sandalias de plástico de diferentes colores que se utilizan en canarias para ir a las playas de callaos, rocas o veril.
[5] Cholas: zapatillas. Chancletas viejas para andar por casa. Alpargata.
[6] Maryjane: Cholas en americano de Nueva York.
[7] Tenis: zapatillas de deportes en Tenerife. En Gran Canaria se dice playeras.
[8] Cachucha: gorra
[9] Ñoños: Ñames. En Canarias se le denomina a los dedos de los pies.
[10] Solapón: Charco de agua formado en los huecos basálticos de los barrancos.
[11] Añurgado: atragantado al tomar alimentos o líquidos apresuradamente.
[12] Tótem: Un tótem es un objeto, ser o animal sobrenatural, que en las mitologías de algunas culturas se toma como emblema de la tribu o del individuo; éste puede incluir una diversidad de atributos y significados. En el totemismo, se entiende también como el principio u origen de un determinado grupo humano, que se cree descendiente de ese tótem, animal, vegetal u objeto inanimado. Asociados asimismo, a las religiones shamanísticas. Generalmente se localizan cercanos a, o en la costa del océano Pacífico de Norteamérica (Estados Unidos y Canadá). Muchos fueron creados por tribus nativas como los Objiwa. Por las características duraderas a la intemperie, generalmente han sido hechos de la madera del árbol del cedro.
[13] Chacho: Muchacho. Apelación que se hace a una persona conocida, para llamar su atención, manifestarle sorpresa, etc. Se usa principalmente en la isla de Gran Canaria. En este caso se bautizó a los Walkie-Talkie como Chacho1 y Chacho2.
[14] Papas sancochadas: Patatas cocidas en agua. En Canarias, concretamente en Las Palmas cuando las personas digan “Patatas hervidas/cocidas/guisadas” son tachadas de peninsulares.
[15] Arterioesclerosis: Es un endurecimiento o estrechamiento de las arterias. Las arterias son tubos que llevan sangre y oxígeno al corazón, cerebro y otras partes del cuerpo. La aterosclerosis puede comenzar en la infancia y progresar lentamente conforme la persona crece. En algunas personas, esta enfermedad progresa más rápidamente. Es una enfermedad que se observa con mayor frecuencia en personas mayores de 45 años y es más común en hombres. Después de la menopausia, las mujeres también tienen el mismo riesgo que los hombres.
[16] Tumbo: Resto del puchero (cocido) que se guarda en la olla y se come frío. “Sedimento, poso”, principalmente de comidas caldosas. Final de un baile o cualquier otra diversión. O sea, los caminantes que se quedan al final de la caminata en el kiosco del Parque de San Telmo.