17. CRÓNICA DE LA 3ª CAMINATA DESDE HOYA DE PINEDA HASTA LOS TILOS DE MOYA O DE CUANDO LA RISA DE JUAN SE OÍA POR TODO EL BREZAL.
CRÓNICA DE LA 3ª CAMINATA DESDE HOYA DE PINEDA HASTA LOS TILOS DE MOYA O DE CUANDO LA RISA DE JUAN SE OÍA POR TODO EL BREZAL.
Antonio, soy Juan, ¿te acuerdas de mí? Le decía Juan, el del “bocadillo” a Antonio cuando lo llamó por teléfono el pasado jueves para apuntarse a la caminata del sábado.
Antonio.- hombre, claro que me acuerdo .
Juan.- Apúntame para la caminata del sábado, a mi y a 2 chicas más.
Antonio.- De acuerdo te apunto a ti a dos chicas más.
Juan – Vale de acuerdo nos vemos el sábado en San Telmo.
Antonio.- oye Juan, que no se te olvide el bocadillo[1].
Juan.- Ja, ja, ja, ja ….. sonaba a través del teléfono de forma estridente, carcajada que según parece se oyó en toda la parte baja de la ciudad.
El sábado 28 de noviembre amaneció con el cielo casi despejado, con una temperatura de 21 grados y una ligera calima que prácticamente nos iba a acompañar durante toda la caminata.
El ejército de Pancho Villa se iba acercando al punto de partida en la parada de guagua de San Telmo. Naturalmente, siempre se queda a una hora y luego la realidad es que el primero en llegar fue el ínclito secretario Antonio a eso de las 7,35 horas y el último fue Alfredo a eso de las 8,15 horas.
Parece ser que éste último, llegó tarde porque estaba atendiendo desde las 6 de la mañana, la “tierra depurada por lombrices” para aplicar a diferentes “camadas” de cultivo ecológico de diferentes hortalizas que tiene en los bajos de su casa, y, con el ajetreo, no se dio cuenta de la hora que era. Este cronista oficial reconoce que no sale de su asombro ante las diferentes excusas ingeniosas que manifiestan las personas que llegan tarde a un sitio para no reconocer que se quedaron dormidas y se les pegaron las sábanas.
A las 8, 15 se parte en guagua de Amandabus hacia Galdar donde se incorporaron Roque y Manolo en la churrería de la entrada de la ciudad. Era el momento del desayuno. Churros grasientos, tapas de tortilla, bocadillos de pata, cafenes con leche, chocolates, mentas-poleo con leche y sin leche pasaron a los estómagos de los y las caminantes.
Después de la compra de las viandas oportunas en el mercado-recova [2] y el pan de San Isidro en la panadería cercana, se parte en guagua para Hoya de Pineda, punto de partida de la caminata que nos ocupa.
A las 9,45 después de que Fernando Sáenz hiciera los ejercicios de estiramiento oportunos, se hicieran la foto de grupo de partida realizada por Ernesto el fotógrafo oficial del grupo, comienza la caminata atravesando la Hoya de Pineda rumbo hacia el pago de Las Tres Cruces.
Visita a la casa de los Pineda. Casa de Capitán quesada.
Gps de Tomás equivocado. 1ª pérdida
División del grupo de escaladores. Este es mi grupo dice juan
Rodolfo comienza a perjudicarse.
Cerveza de las tres cruces.
Comienza la travesía hacia el brezal.
Huerto de las hortalizas sargento chusquero.
Separación de nuevo del grupo. Este es mi grupo dice juan
Regalo de naranjas
Reencuentro del grupo toma de decisiones-gps de tomás equivocado
Campo a través – Casa Azul- juan carne del asador
Bajada a carretera de asfalto- retirada de Rodolfo.
Subida hacia la entrada de el brezal- Gps de tomás equivocado.
Conversación de los dos fernandos, los euros y pesetas.
De nuevo campo a través- atravesar alambradas. Este es mi grupo dice juan
Oferta de calabazas de dulce cabello- cambiar las calabazas de holywen
Llegada al brezal con música de fondo.
Parada para la lata de sardina-zanahoria- entierro de la sardina risotada de juan.
Salida para el lado contrario- división de opiniones-discusión presidente-secretario sobre camino a seguir. Dice juan este es mi grupo.
De nuevo campo a través en vez de coger el camino.
Se retoma el camino con bajada pendiente a través del brezal.
Llegada a la carretera de el palmital. Abandono de Fernando Erdozain. Botas nuevas.
Se atraviesa la carretera y comienza a bajarse hacia la presa de el brezal.
Se divide el grupo de nuevo. Este es mi grupo dice juan.
Hacia los desaguaderos pasando por los lomos de Vergara.
Olor a cerveza comienza la bajada al barranco de Moya.
Comienza la subida hacia Moya. Sol en la espalda. Pájara de Silverio.
Llegada al piscolabis de moya. Calimocho. Cervezas y poco agua fría.
Retirada de rosa y fernando
Compra de bizcochos de moya, suspiros y suspiritos.
Porqué hay que ir a comer tan lejos. Llegada al bar Los Tilos.
Potaje de berros y de lentejas. Gofio amasado Ernesto entra a la cultura del gofio. Carne cochino con curry.
Rodolfo se incorpora a la comida y critica el término de dificultad baja y algo de media.
Risotada de juan a cuenta del bocadillo, el perro, manolo y tenteniguada.
Diez mandamientos de los senderistas.
De vuelta hacia las palmas y mas compra de bizcochos y suspiros en moya.
Llegada a San telmo y despedida.
En el Bar de Los Tilos, a 28 de noviembre de 2009.
Fdo. El Consejo de Redacción del Tumbo[3]
Esta crónica ha sido posible gracias a la participación de: Ernesto, Manolo, Teresa, Dulce, Virginia, Roque, Paco, Fernando Sáenz, Fernando Erdozain, Rosa, Juan, Antonio, Mª Jesús, Sandra, Rodolfo, Javier, Esther, Alfredo, Miguel, Juan Francisco y Silverio.
[1] Bocadillo: alimento humilde, por su bajo coste de elaboración, con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en una pieza icónica de la cocina y alimentación hispanas. Generalmente un bocadillo está compuesto por media barra de pan blanco (pan francés) cortado transversalmente de una longitud aproximada de 24 cm y con los ingredientes entre ambas mitades del pan cortados en forma de rodajas o lonchas. Se pueden diferenciar entre 'bocadillos fríos' y 'bocadillos calientes' dependiendo de la temperatura del contenido al servirse.
En el caso que nos ocupa, bocadillo se debe entender como moneda de cambio para pagar la parte alícuota de una deuda de comida hecha por un grupo de caminantes.
[2] Recova: mercado de abastos en Tenerife y en países de Sudamérica.
[3] Tumbo: Resto del puchero (cocido) que se guarda en la olla y se come frío. “Sedimento, poso”, principalmente de comidas caldosas. Final de un baile o cualquier otra diversión. O sea, los caminantes que se quedan al final de la caminata en el kiosco del Parque de San Telmo.