QPH ¿Qué Problema Hay?

Senderistas admiradores de la vida....

15. Crónica de la 10ª caminata o Travesía del Barranco de Guiniguada de camino hacia la fonda “Pilar Comidas”

Crónica de la 10ª caminata o Travesía del Barranco de Guiniguada de camino hacia la fonda “Pilar Comidas”

El jueves pasado a las 14 horas el número de caminantes inscritos eran 27, por la tarde noche habían llegado a 32, el viernes al medio día llegaron a 40, y el sábado en la casa de Pilar entre caminantes-comensales y comensales-comensales habíamos 43 y dos criaturas y media. Se confirma que el ejército de Pancho Villa es un grupo gastronómico que camina. ¡¡¡ La Fabada tira mucho!!!.

Se nos olvidaba decir que a  última hora se retiraron Fernando Saenz, parece ser que los malos efectos del té verde de la última caminata se mantienen, no aparecieron Dulce Negrín que no le gusta la fabada, Isaac y Alicia por problemas de tobillo y las cubanas Marlene y María Elena que tenían el horario cambiado y continuaban con el horario de Cuba.

Comenzamos la jornada en la churrería de Emiliano, rellenando los huecos generados durante el sueño aquellos que no fueron de belingo la madrugada del día de autos (para nosotros el de San Fernando).

Cuando en segunda convocatoria llegaron todos los que eran, partimos prestos a sacarnos la foto que da el pistoletazo de salida en nuestras caminatas.

A estas alturas del desarrollo de QPH ya va siendo conveniente comentar, que la foto tiene como último objetivo el control de calidad de la satisfacción del caminante basado en la ISO 60009 que versa sobre el estado emocional y físico antes, durante y al final de la caminata.

Es la prueba de fuego, otros la llaman la del algodón, donde se comparan las fotos del principio, mitad y final de las personas caminantes. En el test se analizan entre otros aspectos, las facciones, la compostura de sus cuerpos, la soltura con que sitúan sus cinco extremidades -incluyendo la cabeza-, es decir sus ademanes, y se hace un estudio del perfil psico-fisiológico, con el fin de comprobar el cumplimiento de las expectativas creadas durante la semana previa a la caminata.

Las expectativas son suposiciones que se hacen los caminantes y debemos darle la debida importancia porque, incluso, algunas personas como Gloria, nos hablaba en la parada de guaguas sobre su estado de nerviosismo y ansiedad el día antes al de autos.

A la luz de los resultados de esos test (por motivos profesionales no los podemos hacer públicos) podemos informarles que siempre las expectativas son ampliamente superadas ya que las fotos finales nos muestran unas caras sonrientes, con mejillas sonrojadas, pupilas dilatadas y ademanes y estados emocionales placenteros.

En una futura crónica seguiremos explicando las causas de este éxito en nuestro grupo QPH, el por qué somos tan singulares y terminamos más contentos y saludables que cuando empezamos.

Hasta ahora esos test estaban en fase de proyecto piloto y sólo tenían acceso unos cuantos privilegiados. La directiva de QPH, consciente de ello y una vez comprobada la eficacia de la metodología empleada, ha dado el visto bueno para que cada cual pueda, por sí mismo, realizar el test y así involucrarles en las técnicas modernas de motivación.

Para ello, nuestro compañero Tomás se ha comprometido firmemente en colgar las fotos tan pronto como les sean enviadas. Es conveniente que todos formemos una piña en torno a Tomás, le demos ánimo, valoremos su alta profesionalidad y cada vez que le veamos le insuflemos el coraje que hay que tener para luchar contra las adversidades técnicas y de voluntad que se interponen en la publicación de las fotos.

Nosotros, los legos en la materia, pensábamos que era fácil depositar una serie de archivos de imagen en un espacio en la web que teníamos reservado para ello, una vez que los fotógrafos ya le hubiesen facilitado la labor formateando las fotos a una determinada resolución. Pero amigos, ¡no es tan sencillo! A la luz de lo que se tarda en colgarlas deducimos que debe ser más complejo. Desde aquí, animamos a Tomás,  ¡estamos contigo!, al mismo tiempo que convocamos a nuestro druida boliviano a prepararle un brebaje tipo “forte” para combatir los momentos de bajona que producen las complejas derivaciones técnicas del asunto.

Sobre las 9,30 horas nos encontrábamos en la pista del comienzo del Barranco de Guiniguada, en el Pambaso. El paisaje de este primer tramo se caracteriza por las plantaciones de plataneras, palmeras centenarias, tajinastes blancos y negros, tabaibas, salvias, jaras, arboles de hormigón a ambos lados de la cuenca del barranco, árboles de metal galvanizado tipo poste de Unelco, enredaderas que salían de estos árboles y se unían a otros parecidos, frutos y sus respectivas cascaras de los árboles de hormigón, etc., etc., etc., en definitiva lo que se apreciaba a través de la vista dejaba mucho que desear. 

En el transcurso de la travesía del primer tramo del barranco de Guiniguada nos llegó la noticia, aunque un poco tarde no dejó de sorprendernos. El amigo Bernd en sus minivacaciones (2 meses y medio) por Sudamérica tuvo un accidente con su bicicleta. Parece ser que intentó HACER VUELO SIN MOTOR CON BICICLETA EN ARGENTINA y se calló por un barranco de unos 100 metros de profundidad pero gracias a un árbol amigo que lo paró por el camino de la caída lo puede contar.  Claro que un alemán acostumbrado al habla canaria, se creyó en serio que todos hablamos igual y a lo mejor confundió tal y como hablan los porteños una cosa con la otra. O sea, como la bicicleta no tiene motor es que se puede volar con ella.

Como siempre, el grupo de caminantes se fue dispersando de tal manera que desde la primera a la última persona había una diferencia de media hora. Ni que decir tiene que ésta última es la compañera Marcela con su lento pero constante caminar. Como dice Ernesto, cualquier persona principiante en esto de las caminatas que quiera venir e irse adaptando a nuestro ritmo lo primero que tiene que hacer es ir al ritmo de la compañera Marcela.

A eso de las 12,02 horas del día, el grupo de caminantes realiza la primera parada en el Bar Maipés[1] sito en la carretera que conduce hacia el Jardín Canario. Cual oasis en el desierto, los sedientos y sedientas pateadores y pateadoras entran de manera desaforada al bar y casi sin dar respiro al dueño del bar, estuvieron a punto de agotar las existencias de botellines de cerveza tropical, acompañadas de algunos pocos refrescos, un par de tapas de coliflor rebosada y tortillas respectivamente. El costo de lo bebido y comido ascendió a 47 €. 40 de cervezas y el resto del resto.

A la media hora se inicia el camino rumbo hacia el Jardín Canario El ínclito secretario estimó oportuno realizar una visita cultural y oportuna. Creyó que el resto de los caminantes estaban deseosos de seguir sus pasos, pero, realmente lo que la mayoría de los comensales caminantes querían era llegar lo más pronto posible a las inmediaciones de la fonda “Pilar Comidas”. ¡¡¡ La Fabada tira mucho!!!.

Se sigue el camino a través del barranco que bordea a La Calzada, tramo algo pedregoso, muchas tabaibas, perros ladrando, carrancios[2] hospedados en la ropa de Amparo y de otras personas que no se dieron cuenta. En este tramo, los caminantes aprovecharon la ocasión para cambiarse de modelo de ropa de verano y de invierno. Nos calló alguna que otra gotita de agua de lluvia. La preocupación del personal era pensar que si seguía lloviendo se podía estropear la comida posterior que se iba a realizar al aire libre.  ¡¡¡ La Fabada tira mucho!!!.

Llegados casi al final del barranco, aparece un lugar habilitado como merendero, con mesas y bancadas de madera seguramente por nuestro bien amado cabildo, que además tenía a la vista una fuente de varios chorros o por lo menos lo parecía, o tal vez era una actualización de un antiguo abrevadero, y como quiera que no hay ganado para abrevar, lo dejaremos en otra-manera-de-tirar-el-dinero-publico-sin-conseguir-nada-con-forma-de-fuente.

El caso es que en este magnifico lugar el ínclito secretario que había leído el libro de Margaret Thatcher “Como ganar una votación” Especialmente el Capítulo “ Después de una guerra proponer un banquete en lugar de continuarla” propuso una votación para acortar la caminata y marchar directamente al condumio que se estaba preparando en casa de Pilar.

La mente política del ínclito había captado que:

  1. El personal iba cansado con tanto cambio de tiempo a lo largo del recorrido (poner y quitar protección de lluvia)
  2. El terreno era pedregoso luego, había hecho daño a los pies
  3. La parada del primer control de avituallamiento había sido como debe ser, y era momento de otra parada similar.
  4. Llegaban aromas de los fuegos preparados para el asadero
  5. A la pregunta de algún novato de cuanto quedaba de la ruta prevista contestó como es habitual “faltan dos horas”
  6. Ocultó sibilinamente la dureza de la cuesta próxima.

En suma logró que la votación por abrumadora mayoría (sólo un loco, dijo tímidamente continuarla y fue abucheado) ganara ir directamente a Casa de Pilar.

Después de subir una “preciosa” cuesta de 45 minutos a través de Hoya Capa donde a más de uno/a le temblaron las extremidades inferiores, algo reventados/as, legamos a la fonda “Pilar comidas”, antiguo Lagar convertido en casa, los caminantes,  se encontraron la entrada a la casa con un cartel que decía:

PRECINTADO. Este recinto queda precintado debido a un brote de Senderimosis en su factor más grave, el QPH, por lo cual no es aconsejable el consumir alimentos en este lugar.

A pesar del aviso, los caminantes entraron y se encontraron al Maestro Cocinero Juan Manuel algo abrumado, pues su perfecta coordinación de tiempos para cada cosa, había quedado rota, logró salvar la fabada, pero la caldereta de cordero degollado a lo moro y cuidadosamente guisada, en lugar de fuego lento según la sabia receta copiada del recetario de Al-Andalus, tuvo que hacerla a fuego expreso, afortunadamente la cantidad de vino (algo azufrado ya que venía de la isla de enfrente)  que había pedido a los comensales,  la excelente fabada hizo que no se notara, y además el personal tampoco estaba para sutilezas, lo que quería era MUCHO, BUENO, BIEN REGADO, y lo demás son tonterías, por lo que el éxito fue total.

En esos momentos se confirmó una vez más la importancia de una correcta alimentación en la caminata, si la semana pasada era Fernando con el tema del té verde, en esta le tocó a Teresa, pálida, con vértigos, SILENCIOSA, siendo hábilmente interrogada, confesó que por llegar tarde a la convocatoria, no había podido desayunar los churros, no pudo avituallarse en el mercado, y en el camino sólo comió una naranja ya que su reconocida timidez le impidió pedir algo a algún compañero. Afortunadamente Paco Socorro acudió en idem y solucionó la cosa con un hábil masaje cervical

En los jardines del Lagar reconvertido en casa se encontraron unos claveles de aire curiosos. Habían unos doce claveles colgados de los cipreses y/o pinos del jardín que tenían unas florecillas violetas que parecían pequeñas luces de ambiente y que alegraban la vista. Preguntada Pilar sobre la procedencia de los mismos, esta nos dijo … son claveles de aire traídos de Tenerife y solamente sale la flor en el mes de abril, por eso están tan bonitos. No son como los claveles de aire de Gran Canaria  que no sacan flores … Alguno por lo bajo dijo … ¡¡¡ amigoooo!!! Con razón sacan flores …son de Tenerife…

La tarde en la casa de Pilar transcurrió muy agradable. Los caminantes-comensales y los comensales (no caminantes por diferentes motivos), como en una partitura de una coral, intercambiaron muchas notas de silencio mientras degullían los suculentos alimentos, miradas de satisfacción asintiendo telepáticamente que aquello estaba exquisito, y también balbuceaban sonidos que se transformaban en palabras cuando tragaban el bolo alimenticio.

En el transcurso de la comida, se vieron imágenes algo insólitas, como por ejemplo; a la compañera Sara con los ojos algo chispeantes y pícaros, sentada a la derecha del abad del monasterio de Galdar, entre risas y comentarios atrevidos, o por ejemplo al druida boliviano contándole las batallitas que todos conocemos a unos pobres novatos caminantes que asombrados recibían la información

Al final, después de algunas despedidas aisladas durante la tarde, sobre las 18:15 se despidió el primer grupo  que de manera espartana se levantó y se fue. No sabemos de quien vino la orden. Este grupo estaba formado por Crisitina, Ana Gracia, Ana Cabrera, Silvia, Luis y Nereida (parece ser que este grupo tenía otra juerga programada para la noche).

No obstante, Cristina se resistía dejar la casa, volviendo para probar un brebaje preparado por nuestro druida boliviano, sobre el que no vamos a publicar su composición para no facilitar su elaboración por la competencia. En cualquiera de los casos, este brebaje sirvió para que se fuera más contenta y siempre sonriente.

Algunos/as de los/las que abandonaban la Fonda “Pilar Comidas” decían al salir … nos reventaron subiendo la cuesta y también nos reventaron comiendo los reventones de Mercy, la fabada y la caldereta de cordero de Juan Benlliure (profesor de cocina del IES Felo Monzón que la hizo), la ensalada de Pilar y  el vino de Santa Úrsula... Según nuestra enviada especial las nuevas incorporaciones se han quedado enamoradas del grupo y prometen volver a caminar con nosotros. ¡¡¡ El estómago tira mucho!!!.

Sobre las 19:00 partieron otros dos grupos, el uno formado por Fernando, Silverio y Juan Francisco fue hacia la parada de Tafira Baja, y el otro, formado por Gloria, Mariví, Marcela, Lidia, Argentina y cerrando filas, Alfredo, fue hacia la parada cerca de la casa de Pilar. En este último grupo, los efectos de los brebajes varios se manifestaban por la diversidad de planteamientos imaginativos que fluían de las mentes y que si la crisis sigue profundizándose, algunos de ellos se podrían poner en funcionamiento.

La guagua no llegaba. El frío comenzaba a hacer su aparición con ráfagas cortantes. Algunas personas trataron, en vano, de ver si algún conocido pasaba en coche por la parada. Al fin llegó la guagua y subimos previo pago de la tarifa correspondiente.

Cuando íbamos hacia la parte trasera, se podía observar gente como si estuvieran jugando al escondite detrás de los asientos, mirándonos entre los huecos de los mismos. Pero he aquí que cuando nos acercamos a ellos, con el fin de ver si nos dejaban jugar, resulta que eran nuestros compañeros que se habían ido a las 18:15, recibiéndonos con gran algarabía y sonoridad y tal que produjo miradas fulminantes del chófer, a puntito de devolvernos el dinero y mandarnos a bajar.

Nos dijeron que llegaron hasta Santa Brígida donde cogieron la guagua. No fue realmente así, pero sí que tuvieron que ir un kilómetro más arriba para coger la guagua en una parada cerca del Hotel Escuela y justo por ello perdieron la guagua que pasó rauda y veloz cuando les faltaban 20 metros para llegar a la parada. Eso nos viene a demostrar el ímpetu con el que algunos terminan nuestras caminatas y también los efectos obnubilantes o de embelesamiento de nuestra fase final gastronómica, brebajes aparte.

Realmente, si no fuese porque tenían que estar pronto en la ciudad para irse de belingo, probablemente hubieran ido a Santa Brígida a coger la guagua ya que se les veía llenos de energía.

En la siguiente parada, la de Tafira Baja, se incorporó el grupo que faltaba. No se trataba de un experimento para ver si cogíamos la misma guagua saliendo del mismo sitio y yendo a tres paradas distintas. Este último caso estaba justificado por asuntos de Correos y Telégrafos.

En cualquiera de los casos, QPH volvió una vez más a salir en ayuda de Global, aumentando la ocupación de la línea e impidiendo que diera pérdidas.

En el Monte Lentiscal, a 18 de abril de 2009.

El CONSEJO DE REDACCIÓN DEL TUMBO.

Esta crónica ha sido posible gracias a las siguientes personas:

Comensales no caminantes: Roque, Pilar, Juan Manuel, Hilda, Mercy, Ana, Jorge, Remedios y los niños Aziel e Iris.

Comensales caminantes son los siguientes:                                                                                                                                          

 

1: Rainero

2: Esther

3: Pedro

4: Margarita

5: Sara

6: Alfredo Iglesias

7: Manuel

8: Antonio Méndez

9: Lidia

10: Paco Socorro

11: Manuel

12: Rosyconygriega

13: Mariví Martín

14: Teresa Bañobre

15: Silvestre                                             

           

16: Bernd Meibohm

17: Amparo

18: Fernando

19: Sergio López

20: Gloria Medina

21: Juan Francisco

22: Silvia

23: Berta

24: Margarita

25: Ana Gracia

26: Ana Cabrera

27: Cristina Roca

28: Margarita

29: Miguel

30: Manuel Pintos

31: Luis

32: Marcela Ordóñez

33: Tomás Medinilla (no aparece en la foto)

34: Ernesto (fotógrafo)

                                              

 

[1] Maipés= palabra proveniente de la degeneración de la palabra Malpais o mar de lava petrificado.

[2] Carrancio= garrapata. Son parásitos externos, artrópodos del orden Acarina que se sitúan sobre la piel del hospedador y se alimentan de su sangre. (en este caso la hospedadora fue Amparo)

Seguro por un día