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9. Resumen de la 3ª caminata o cuando el ejército de Pancho Villa perdió los papeles.

Resumen de la 3ª caminata o cuando  el ejército de Pancho Villa perdió los papeles.

El Consejo de Redacción del “TUMBO[1]” ha acordado redactar la crónica de la caminata realizada el 22 de noviembre de 2008 desde la Cruz de Tejeda hasta Los Chorros de acuerdo a los términos siguientes:

La mañana del  sábado 22 de noviembre de 2008 empezó agradable. Se levantó el día entre nuboso y claro, el sol quería salir pero las nubes se lo impedían. Parece como si el sol estuviera presagiando que algo iba a ocurrir, y así fue.

De entrada las dos personas responsables de la organización de la caminata, Roque y Antonio que se suponía que conocían el itinerario de la ruta, (que luego se demostró que no era del todo cierto) no habían traído los papeles de la caminata. (1ª metedura de pata)

El jueves día 20 a las 14 horas habían inscritos para la 3ª caminata 26 posibles caminantes y Roque el presidente contrató una guagua de 28 plazas con Amanda Bus. A las 7 de la tarde de ese jueves, el ínclito secretario le comunica al presidente que se habían recibido emails de 12 personas más, o sea, unos 36 caminantes, y el presidente Roque llama de nuevo a Amanda Bus y solicita una guagua de 40 plazas y solamente se consigue una de 36 plazas. Roque pensó,… como siempre habrá gente que se da de baja, al final nos ajustamos entre todos en la guagua.

Pues no, no fue así, al final el ejército de Pancho Villa estaba compuesto por 40 personas, 3 de ellos habían que recogerlos por el camino, o sea 37 personas para 36 plazas. Lola la “chofer” se mosquea y empieza a contar las personas que hay en la guagua y dice que no pueden ir más de 36 y que no hay guaguas disponibles en la empresa con mayor capacidad.

Acto seguido el ínclito secretario Antonio asumiendo funciones que no le corresponden, de forma un poco autoritaria, opta por “aconsejar” a Antonio Tomás que se bajara de la guagua porque él no se había apuntado en tiempo y forma (2ª metedura de pata).  El resto de los/las caminantes/tas se quedaron algo perplejos y preocupados. Es más, los dos Fernando (Fernando Sáez y Fernando Alamo el culeto[2] emigrado a Tenerife) dijeron sarcásticamente…Antonio, se notó tu autoridad…

El ínclito secretario Antonio se sintió algo molesto consigo mismo por no haber utilizado las técnicas americanas de “como ganar un amigo en 10 lecciones”, creo que se  quedó solamente con aquella parte del prólogo que decía “como perder un amigo en 1 segundo”.  No obstante, los compañeros Holofernes, Teresa, Rosy y Antonio Castillo conjuntamente con Tomás se ofrecieron a subir en guagua de Global hasta San Mateo y posteriormente coger un Taxi hasta el punto de partida que era la Cruz de Tejeda.

Bueno, subsanado este mal trago, el equipo de caminantes llega a San Mateo para realizar el primer avituallamiento, o sea, desayuno en el barito del mercadillo (café, cortados, con leches, bocadillos de pata para comer allí y para llevar, colacaos, tapas de callos, agua, más café, más cortados, etc.…) y la compra de viandas para el camino en el susodicho (queso de tres leches, de dos y de una, naranjas chinas, naranjas normales, pan de leña, agua, frutos secos, etc.).

Se habían incorporado por el camino, Jose Luis, Moncho y Pilar. Sorpresivamente Ana Jaraba comunica al ínclito secretario Antonio y al presidente Roque que se tenía que volver a Las Palmas porque se encontraba indispuesta. Parece ser que la guagua la había mareado y se encontraba mal del pomo[3].

A eso de las 9,50 horas todo el personal, incluido Tomás, partió hacia la Cruz de Tejeda, a la que llegamos a las 10,24 horas, punto de partida de la caminata. Ya habían llegado los compañeros que venían en taxi. Era el momento de los estiramientos musculares frente a los muros y paredes de piedra del remodelado parador de turismo. Curiosamente más de uno de los caminantes parecían judíos/as realizando flexiones delante del muro de Las Lamentaciones.

Después de hacer la foto de todo el grupo de caminantes, realizada por el compañero Ernesto (comandante en la reserva de la Guardia Civil), el grupo de caminantes bajo un cielo nublado y una temperatura algo fresca (12, 3 ºC) comienza la ascensión hacia la Degollada de Las Palomas, que se llega en 36 minutos con 20 segundos.

Entre un mar de neblina, la totalidad del pelotón se dirige hacia la meseta del Cortijo de Crespo. Nadie se sabía el camino. Por suerte Ernesto llevaba en papel impreso la ruta a seguir.  Cuando se llega al final de la meseta se opta por empezar a bajar por el lado derecho  y a mitad del camino, Antonio el ínclito secretario comenta… hay que desviarse por una vereda de ovejas que aparece a la izquierda… (3ª metedura de pata) y gran parte del pelotón le sigue fiel y obediente pensando que  ese era el camino. Una vez recorrido unos 25 metros, de nuevo el ínclito secretario dice…señores, hay que dar la vuelta atrás y volver por el camino que hemos venido porque estamos equivocados… Más de uno de los caminantes se mosquea y dice por lo bajo…y estos son los guías que nos llevan, si no se enteran…

Cuando todo el grupo se reagrupa y vuelve al punto de partida de la desviación, parece ser que, Antonio el ínclito, de forma irresponsable y pueril, opta por seguir el solo por el camino equivocado y bajar hasta encontrar otro camino por la parte baja (4ª metedura de pata). Esta decisión lo llevó a encontrar el camino que va desde la Cruz de Tejeda hacia Teror y lo alejó unos 3 kilómetros hacia el este, hasta llegar a Cueva Corcho,  el ínclito cabizbajo y arrepentido se incorpora  después de media hora junto al resto de caminantes a través de la carretera que va desde Cueva Corcho hacia Artenara, a la altura del Cortijo de Crespo.

Al poco interviene el Presidente y calma a los caminantes diciendo ¿qué problema hay? Y  leyendo la ruta de nuevo decide  con buen criterio optar por cambiar de rumbo y llevar por el  camino correcto a todo el personal excepto al díscolo Antonio.

Este tipo de actuación nos dice lo que no se debe hacer en el campo, o sea:  cuando se va en grupo no te puedes alejar del mismo y desviarte del camino abandonado al resto de caminantes. También se recomienda que cada persona que vaya a caminar a la montaña deba leer antes de iniciar cualquier la ruta o bien llevar consigo los papeles de la misma.

Este Consejo de Redacción ha llegado a la conclusión que esta actuación de Antonio fue debida a los efectos secundarios originados en su cerebro como consecuencia de la tapa de callos que se comió en el desayuno.

Durante el tiempo de espera por la llegada del ínclito secretario, gran parte del personal aprovechó para llevarse a la boca algún que otro bocadillo, naranja, frutos secos, etc. Y eso que hacía 1 hora que habíamos desayunado. Se confirma que este es un grupo gastronómico de personas que vienen a caminar.

Reagrupados los caminantes se inicia el descenso hacia el fondo del barranco de Crespo a través de un manto de trebolinas y por una vereda de ovejas que tomamos por la vertiente izquierda. El compañero Jose Alberto, hombre precavido saca su bolsa de plástico y comienza a coger setas que iban apareciendo por el camino. Por cierto una de las variedades que cogió se denominaba bosta[4] de vaca. Nos suponemos que será comestible.

Durante esta bajada, y en un momento de silencio, se oyeron cuatro sonidos de despertadores, tictac, tictac, tictac, tictac., y una gran carcajada. Parece ser que el compañero Tony le iba contando a Paqui que él para levantarse todas las mañanas utilizaba 4 despertadores, el primero sonaba la alarma a las 6,45 horas, el segundo a las 6,50, el tercero a las 6,55 y el último a las 7,00 , y que estaba acostumbrado al sonido del tictac de los cuatro despertadores toda la noche.  Acto seguido, por detrás de esta pareja, venían murmurando Ana Cabrera, Ana Gracia y Cristina … pues yo no me gustaría tener a mi lado cuatro despertadores sonando toda la noche, tictac,  tictac, tictac,… decía una, y la otra decía .. pues a mí no me gustaría estar durmiendo con un compañero que necesite 4 despertadores para despertarse y tener que aguantar el tictac, tictac, tictac…. Y se repetían en la conversación el tictac, tictac. Al poco se vira para atrás Tony y por sorpresa se dirige a las susodichas y les dice … me parece que me están haciendo eco de mi conversación y estoy oyendo mucho tictac, tictac, tictac… las compañeras sorprendidas, se ríen estrepitosamente llegando el eco de las carcajadas hasta el último de los caminantes que se encontraba a uno 200 metros más arriba.

El paisaje de este barranco se caracteriza por las diferentes tonalidades del color de las hojas de los “castañeros[5]”, nogales, robles y plátanos[6]… que nos indica la llegada del otoño. En la vertiente derecha según se baja el compañero Paco descubre en lo alto unas formas rocosas que se asemejan a las torretas de un castillo que asoman a través de los árboles. El compañero Sergio que venía muy rezagado, comenta a la compañera Marcela, … me he quedado atrás porque  una zarzamora con sus enormes y preciosas púas se había enamorado de mí, que era tanto el cariño que le tenía que no lo dejaba partir… ¡¡Que bonito es el amor!!. Pensaba para sus adentros la casi siempre rezagada Marcela.

Se llega al último pozo que se encuentra al final del Barranco de Crespo y se conecta a través de pista con el barranco de El Andén, con una preciosa vista de las casas-cuevas del mismo nombre propiedad de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas. En la pista que desciende por este último barranco se vio a lo lejos que la compañera Teresa Bañobre, ataviada con pañuelo atado a la inversa,  es decir, con el nudo en la frente cual esclava algodonera, intercambiaba unas palabras con el “viejo del Saco”, lugareño que se le cruzaba en su camino, que sorprendido por tantas caminantes deseaba intercambiar unas palabras con alguien que le alegrara la vista y cerebro. Los caminantes que venían detrás murmuraban  …lo que hay que ver, la compañera Teresa como hoy no tiene aviones que controlar se dedica a controlar a los paisanos del lugar y comprobar su ruta, destino, hora de llegada, etc.…  

Discurriendo por la pista hacia Valsendero, se iban conformando diferentes grupos de caminantes que a su vez charlaban de diferentes temas. Es el momento para irse conociendo las personas desconocidas que no se conocen entre sí.  Por cierto, llegó a la Redacción del Tumbo que cuatro caminantes varones, tenían una conversación cuyo tema era las relaciones sexuales entre personas de igual o distinto sexo que iban animando el oído de otras personas que iban por delante, a pocos pasos, que más de una vez se les subieron los colores a sus mofletes de la conversación tan amena y placentera.

Jose Manuel biólogo por naturaleza y de profesión venía comentando con varios de nosotros Javier, Esther, Teresa Bañobre y otros, los problemas del cambio climático, el  medio ambiente, la necesidad de educar a nuestros hijos en los valores del respeto con lo que nos rodea, etc., cuando hete aquí que Javier se acerca a un madroño y se sube a recoger una baya o fruto que  se encontraba en la parte  más alta, cuando al subir se le parte una rama, desgaja otra rama,  intenta coger otro fruto y  se lleva media rama, etc.,  dando ejemplo a los presentes lo que se debe hacer cuando se está en la naturaleza.

Por el cauce del barranco y entre poleos de más de 3 metros de alto discurre la caminata, momento que aprovechó José Manuel para decorar su lado derecho con una rama de poleo cual maestro carpintero con el lápiz de marcar  en la oreja. Siguiendo el ruido del agua del canal de la Heredad, y respirando aire fresco llegamos hasta Valsendero, a eso de las 2,42 horas de  la tarde.  En este tramo el compañero Oscar le dio por quitar una piedra del camino con la rodilla, hecho que le preocupó bastante dado que hasta el final venía diciendo … ¿qué le habrá pasado a la pobre piedra?...  El compañero Fernando intentó levantar el techo de madera y uralita de un pozo con la frente, a la altura de donde salen las astas. No le pasó nada al techo.

El personal fue llegando escaladamente al Bar de la Asociación de vecinos. Unos vecinos jugaban al dominó. Había un futbolín pero nadie jugó. Se intercambiaron líquidos entre los caminantes y la Asociación, es decir, se aprovechó tiempo para depositar en los urinarios los excesos del cuerpo y se recibían otros.  Se pagaron 38 euros de botellines de cerveza, vinos, una Coca-Cola, un paquete de papas y poco más.

Mientras se esperaba a que llegaran todos, por supuesto, los últimos fueron Sergio y Marcela, alguien trajo una fruta “extraída[7]” de una casa vecina del tamaño de un tomate, de color caqui  y desconocida para los caminantes. Se produjo un intercambio de opiniones de gente “experta”, que si era un injerto de tomate y caqui, que si un injerto de tomate y guayabo, que era la fruta de la pasión, passion fruit, etc., interviniendo Rosa Delia tajantemente  … esta es el fruto del amor, es duro de pelar, pero una vez abierto en el centro se encuentra lo más dulce… Alguna sonrisa se noto entre los contertulio.

En una huerta vecina, el compañero Fernando Álamo, como buen chicharrero (perdón, culeto emigrado a Tenerife), señalando a unos chayotes o chayotas, dijo … miren los bubangos[8]momento para que más de uno de los que le acompañaban dijera por lo bajo … estos chicharreros  son de lo que no hay, no pierden una  …

Sobre las 3 de la tarde se partió por carretera abajo caminando hacia el barranco de la Virgen, más concretamente al lugar denominado Las Madres. En este lugar nos encontramos a un coche “enriscao[9]” a punto de volcar, con las puertas abiertas, amarado con sogas a troncos de árboles, intentando ser remolcado por otro coche. El coche era de alquiler, parece ser que iban un matrimonio extranjero con dos niñas, una de ellas de raza asiática, creemos que era adoptiva. El Consejo de Redacción del Tumbo después de una pequeña discusión llegó a la conclusión que en la posición que se encontraba el coche no quedaba más remedio que concluir que en el momento del accidente aquel era conducido por la niña asiática.

Después de hacer lo imposible por sacar a flote al vehículo, sobre todo Javier y Esther, que hicieron gestiones para localizar a una grúa a través de un amigo, momento que irresponsablemente aprovecharon el resto de compañeros caminantes para dejarlos atrás y empezar a subir a lo alto de la montaña de San Antón.

Cuando casi todos estaban en lo alto, naturalmente todos menos Marcela, Javier y Esther, Jose Luis comentó en tono flemático, al estilo inglés  … me alegro de que no haya habido ninguna muerte, ya que normalmente en este tipo de caminata hay una o dos bajas… . En esta parada se produjo un intercambio de pasos de danza entre Isabel y Monchi. Comenzaron a hacer estiramientos de músculos de los pies, de la espalda, brazos, etc., y, hubo un momento mágico, precioso, virtuoso.  Ambos con un solo pié en el suelo, el otro levantado, los brazos extendidos en forma de cruz parecía la danza del Lago de los Cisnes, incluso dieron unos pequeños saltitos sobre la punta del pié. Creemos que equivocaron la profesión de docentes.

La mayoría de la gente recorrió el último tramo hasta  el Bar el Marchante de forma rauda y veloz, el olor a cerveza, vino y potaje de berros daba fuerzas para llegar. Los últimos caminantes Esther, Teresa la del Monte y naturalmente Marcela llegaron sobre las 5,33 horas de la tarde al bar.

En el transcurso de la comida el compañero Fernando Álamo, se empleó a fondo para convencer a Lola la “chofer” para que nos permitiera llevar a los 39 caminantes en la guagua. Tuvo que utilizar la colaboración del compañero Ernesto comandante de la Guardia Civil en la reserva para que accediera buenamente a colaborar en caso de que le pusieran alguna multa. Al final tal fue la presión sobre la conductora que accedió buenamente a llevarnos a todos y no hizo falta de utilizar la colaboración de un compañero de Teror que lo hicimos levantar de la cama y en pijama estaba dispuesto a llevar a 4 de nosotros en su coche hasta Las Palmas.

Sobre las 8, 30 horas de la noche se llegó hasta el parque de San Telmo. Después de los besos y abrazos de rigor se despidió todo el personal, quedando emplazados en el kiosco de San Telmo solamente los componentes del consejo de Redacción del Tumbo para poder realizar esta crónica que les hemos contado.

Esta crónica ha sido posible gracias a:

JOSÉ MANUEL, MANOLO, ANA JARABA, ERNESTO, ANTONIO MÉNDEZ, ANTONIO TOMÁS, ANTONIO CASTILLO, BERND, JANAC, MARCELA, ANA CABRERA, ANA GRACIA, CRISTINA, TONY, PAQUI, PACO, JOSÉ ALBERTO, JUAN CARLO, ROSY, ROSA DELIA, TERESA ARIAS, TERESA BAÑOBRE, PILAR LA DEL MONTE, JOSE LUIS, MONCHI, MARIVÍ, HOLOFERNES, ALICIA, ISAAC, OSCAR, MERCY, ENRIQUE, VIOLETA, FERNANDO SAEZ, FERNANDO ÁLAMO, SERGIO, ROQUE, TOÑY, JAVIER Y ESTHER.

Las Palmas a 23 de noviembre de 2008.

 

[1] Tumbo significa hacer una ropavieja o una sopa de la carne y garbanzos o el caldo del puchero respectivamente. O sea los caminantes que se quedan al final de la caminata en el kiosco del Parque de San Telmo.

[2] Culeto: persona originaria de Agaete.

[3] Pomo: estomago revuelto

[4] Bosta: mierda de vaca.

[5] Castañeros: castaños en castellano.

[6] Plátano: plátano de sombra.

[7] Extraída: fruta cogida con violencia de huerto ajeno.

[8] Bubango: calabacino en todo el archipiélago Canario excepto en la isla de Tenerife.

[9] Enriscao: caído por el barranco, despeñado, salido del camino, loco

Seguro por un día